Sin embargo, la controversia en torno a la división en la Comisión Directiva protagoniza el no debate, construyendo valoración a través de medias verdades o acusaciones en voz baja, sin certezas para el socio. Para colmo, encontramos en el equipo profesional que conduce Simeone una buena metáfora de esta batalla de orgullos y egoísmos bajo el paraguas salvador de los códigos y el silencio cómplice.
Entre tanto cabaret, se recurre a la demagogia del “Primero Racing”. ¿Qué significa? ¿No es obvio anteponer a Racing por sobre los nombres propios? Si todos queremos a Racing, ¿no sería más rico confrontar las ideas cara a cara? De paso, se podría dejar entrever el porqué de una separación cada vez más violenta. Además, un ejercicio de debate donde todas las agrupaciones puedan exponer bajo un temario pactado – y con reglas de juego claras- serviría de ejemplo en momentos donde las noticias sobre el Club traen recuerdos de épocas que creímos sepultadas.
Votar es la buena noticia. Poder contrastar en simultáneo los proyectos, esclarecer lo que se hizo y conocer las ideas sobre los próximos pasos institucionales sería de suma utilidad. Algunas posibilidades de formato para una acción necesaria:
-debate público en la sede para socios en condiciones de votar moderado por periodistas partidarios.
-debate en un programa televisivo / radial equidistante de cualquier lista.
-grabación del debate en un estudio de televisión para su posterior viralización por internet.
Quizás la ingenuidad de este planteo abrume. Lo cierto es que estamos en la cuenta regresiva, informarse es un deber del socio y una necesidad de los candidatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario