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domingo, 11 de diciembre de 2011

Molina: "El kirchnerismo ayudó"

Dos cuadras separan la oficina de Rodolfo Molina de los Tribunales. El lugar donde se negociaron las llegadas de Teófilo Gutiérrez y Giovanni Moreno es una bocanada de Avellaneda en pleno corazón de Buenos Aires. La tribuna del Cilindro, inmortalizada en una gigantografía, vigila la sala de reuniones, en la que solía debatir la comisión directiva del club. Un póster del colombiano Teo domina una pequeña cocina. Y la red Wi-Fi para conectarse a Internet tiene el único nombre posible: Racing. Antes de fin de año, Molina se convertirá el primer presidente de la Academia que cumple su mandato desde 1998, cuando Osvaldo Otero le entregó el poder al empresario Daniel Lalín. Era otra época: después sobrevendrían la quiebra, el gerenciamiento de Blanquiceleste, la Promoción para no descender y la intervención del gobierno provincial.

-Cuando asumió, comparó a Racing con Kosovo. ¿Qué país sería el club hoy? 
-Racing está tan bien como Brasil. Con un gran potencial. Ordenado, previsible, creíble y con mayor expectativa de crecimiento.

-¿Cómo era la situación en 2008? 
-Lo que encontramos fue increíble. Peor que la nada. No teníamos antecedentes de empleados, de socios, de bienes. No había un inventario. Se presentaba una persona con tres testigos diciendo que había trabajado en la sede de Villa del Parque y te ganaba un juicio por cien mil pesos. No teníamos herramientas para poder demostrar que esa persona no había sido empleada del club. Desconocíamos la anarquía que había.

-¿Qué cambió en tres años? 

-El plantel profesional venía de jugar la Promoción y los titulares no eran jugadores del club, salvo el arquero (Martínez Gullota) y el 9, Sánchez Sotelo. Hoy, el arquero es Saja, de quien tenemos el 100%, y el 9 es Teófilo Gutiérrez, de quien poseemos el 20%. Ésa fue la línea de trabajo que hemos mantenido en lo que hace a la capitalización. Racing ha cuadriplicado su cotización de jugadores y ha triplicado la cantidad de socios: estamos por llegar a los 50.000. Reparamos el predio Tita Mattiussi, que era un potrero. Todo a pulmón.

-¿Qué significó para usted ser presidente de Racing? 

-Era un desafío personal y una experiencia muy fuerte. Soy lo que todos ven de mí. No vendo nada. Me sentía con capacidad para llevarlo adelante.

-¿Qué aliados tuvo en estos tres años de gestión? 
-La gente, aunque suene demagógico. Nunca me insultaron en la cancha de Racing. Camino en cualquier sector del estadio y la gente se saca fotos.

-Pero la gente también se saca fotos con Di Zeo, que es un barrabrava... 
-Es cierto, pero te hablo de un presidente de Racing. Los presidentes de Racing iban a la cancha con guardaespaldas, no podían hablar con la gente.

-Esa gente que lo apoyó no paga los juicios de los ex empleados, no compra jugadores? 
-Podés tener mucha plata, pero si perdés la categoría o si la gente no te banca no te sirve de nada. Hubo clubes que pasaron por esto y de ese estigma no volvés. Hay cosas que no comprás con dinero. El respaldo de la gente es fundamental. Podés tener grupos económicos que te han acompañado. Podés tener dirigentes que han trabajado bien. Podés tener empleados que han cumplido su función correctamente y todo tiene un resultado final. El saber armar equipos de trabajo es importante. Podés ser un buen tripulante del barco, pero eso no te transforma en capitán.

-¿Cuánto ayudó la llegada de los colombianos al equipo? 
-La gente va a la cancha porque yo conseguí el dinero para que vinieran Gio, Teo, Saja y demás. No va a la cancha porque el marketing de Racing es bueno, sino porque pusimos un plantel con grandes nombres. Lo importante es poner la plata para que vengan esos jugadores. Si sos un insolvente, nadie te la va a poner.

-¿Qué rol jugó el kirchnerismo en estos años del club? 
-Al club le ayudó. El balance es positivo.

-¿Por qué? 
-Hubo circunstancias que se desarrollaron favorablemente. Si no hubiera cercanía, no se habrían dado. Nos dieron un predio en Ezeiza que, después de la construcción del estadio, es el hecho edilicio más importante en la historia del club. Vamos a hacer una Villa Olímpica, un centro deportivo donde se concentrará el fútbol.

-¿En qué otro aspecto los han ayudado? 
-Racing ha tenido momentos complicados. Cuando estaba De Tomaso [Fernando, segundo presidente de Blanquiceleste], Racing descendía. Gracias a la intervención del gobierno y a [Héctor, el interventor] García Cuerva, Racing no descendió.

-¿Qué hizo García Cuerva? 
-Fue el tipo que piloteó ese escenario anárquico donde nadie se hacía cargo de nada. Donde nadie ponía un peso y donde veníamos de jugar la Promoción [contra Belgrano].

-Entonces, ¿Racing sigue en primera ayudado por el kirchnerismo? 
-No. No estoy diciendo eso. Ayudaron.

-¿Por qué se mete la política nacional en los clubes? 
-Todo el mundo se mete dentro del club. Y está bien que se metan. El club es de todos. Si vos ayudás en algo está bien que te quieras sentir partícipe.

-¿Los benefició que el ex presidente Néstor Kirchner fuera racinguista declarado? 
-Si sacás una foto de Lula con la camiseta de Racing, al club le sirve porque lo ponés en la primera plana. Racing es un grande, no una estación de tren. Es internacional. Entonces, que Néstor [Kirchner] se saque una foto con Lula con la camiseta de Racing para nosotros es importante porque es Racing. No por Néstor, sino por Racing.

-En 2008 el club no tenía credibilidad. ¿Cómo lograron que los grupos empresarios confiaran en Racing? 
-Le cumplimos a todo el mundo. Nunca en mi vida cagué a alguien. Y en Racing también. En un mundo quebrado, donde los bancos no te devuelven la plata, la mejor inversión es poner la plata en Racing. Por todos los jugadores por los que pusieron plata, los grupos económicos van a duplicar o triplicar lo que aportaron. Y un banco a nivel internacional te puede estar dando entre un 6 y un 10% anual en dólares.

-¿El club también gana dinero? 
-Gana prestigio, vuelo futbolístico y tranquilidad, porque te vas de la zona de Promoción. También gana dinero, porque hoy Castro vale tres veces más del valor en que lo compramos hace tres meses. Sólo por ponerse la camiseta de Racing.

-Si es tan simple, ¿por qué no se divulga la identidad de quienes invirtieron? 
-Hay un derecho de privacidad.

-Pero Racing es una asociación sin fines de lucro... 
-Sí. En los papeles está todo claro. Contratás con una sociedad que está inscripta en AFIP. Yo no voy a salir a los medios a decirlo. Me quedo tranquilo porque cumplimos con todas las reglas que hacen a las cuestiones impositivas y de lavado de dinero.

-¿Cuántos grupos económicos trabajan en Racing? 
-Hay tres, que no tienen nada que ver entre sí. Uno es de la colectividad [judía], y puso para adquirir el 80% de Cahais; Racing tiene el 20% restante. Otro es gente amiga de Racing, que compró a Hauche y a Bieler. Y hay otro que trajo a los colombianos. Ellos tienen una mayor relación con gente de los medios y, con eso, más difusión.

-¿Esa novela de Teo contra sus compañeros y Simeone, a través de los medios, se pudo haber evitado? 
-Hoy en día los jugadores tienen mucho entorno: representantes, amigos, familiares, inversores, técnicos, compañeros, dirigentes. Tener un manejo total de la situación no es real, no es posible.

-¿Gio y Teo siguen siendo intransferibles? 
-En Racing, todos son transferibles en la medida en que lleguen ofertas que le sirvan al club. Vamos a vender los jugadores que podamos reemplazar con los dos cupos que tenemos para el torneo que viene.

"PUSE PLATA COMO NO PUSO NADIE" 

"Puse plata como no puso nadie. Una fortuna. Puse la firma, en todos lados. La cara, en todos lados. Y mi prestigio personal. En Racing no lo hizo nadie. No recuperé la plata y no me interesa. Cuando uno pone dinero lo pone en varios sentidos. Por ejemplo, yo te pongo un millón de pesos hoy y el club me lo devuelve en un año, estás perdiendo un 30% de interés. Recuperás el millón de pesos y lo otro no porque sos presidente y debés hacerlo. Es un gusto que me doy".

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