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jueves, 23 de octubre de 2014

Eurnekian: “Lo que le pasa a Racing no es mala suerte”

Matías Gainza Eurnekian, sobrino de uno de los empresarios más poderosos del país y creador de una firma de tecnología líder mundial en su rubro, quiere anotarse en la carrera a presidente del club. Imagina un modelo distinto, con proyectos, gestión eficiente y trabajo en equipo, sin excusas de la mufa.


Matías Gainza Eurnekian, sobrino de uno de los empresarios más poderosos del país y creador de una firma de tecnología líder mundial en su rubro, quiere anotarse en la carrera a presidente del club. Imagina un modelo distinto, con proyectos, gestión eficiente y trabajo en equipo, sin excusas de la mufa.
Por qué un joven de 29 años, que desarrolló y consolidó proyectos industriales exitosos en rubros diversos (una bodega, desde los viñedos a la exportación del producto final, y biocombustibles), lleva un apellido de peso en el mundo empresarial y ahora dirige una compañía, Unitec Blue, de alta tecnología única en América Latina (dispositivos de lectura inteligente, como tarjetas, microchips, etiquetas…), está decidido hacer un hueco en ese universo de certezas para involucrarse en la política de Racing? Para Matías Gainza Eurnekian, sobrino de Eduardo, líder de la Corporación América, se trata de una pasión inexplicable forjada de pibe, a instancias de un profesor de tenis de sus hermanos mayores que lo fue evangelizando a fuerza de regalos alusivos al celeste y blanco.
“Creo que si reflexionás no te metés, porque son dos mundos diferentes. Pero uno se mueve por la pasión que le genera el club. Ahí me conocen y saben que no necesito a Racing para crecer profesionalmente ni soy un paracaidista en busca de un provecho personal. A pesar de que recién tengo 29 años, en mi vida siempre asumí desafíos profesionales, en el país y en el exterior, con la convicción de construir. Eso es lo que me guía”, le dijo a Olé en el único mano a mano que ha concedido para hablar de Racing.
-Elegiste un momento de ebullición, con Víctor Blanco, el presidente, en campaña, pero con un mensaje de unidad… -Estamos en un momento de toma de decisiones. Con nuestra agrupación (Racing Siempre) debemos definir qué hacemos.
-¿Te referís a ir solos o en la lista que busca formar Blanco? -Es más que eso. Respetamos a Blanco y valoramos las cosas positivas de su gestión. Pero vemos que se habla más de candidaturas que de modelos de club. Por razones de edad y trayectoria soy el único que puede hablar de unidad porque no vengo contagiado de nada. Mi trayectoria respalda lo que proponemos: eficiencia en la gestión y un proyecto desarrollado en etapas, con objetivos por cumplir. En las reuniones con diferentes agrupaciones veo que se pasan viejas facturas. Yo no tengo que salvar mi pellejo porque, sencillamente, jamás estuve en conducciones del pasado. Es más, como socio tengo un montón de cosas que recriminarles.
-¿Por ejemplo? -Que Racing aún hoy es un club de potencial descomunal, con escasos éxitos deportivos en los últimos 40 años. Y con fracasos en la gestión política en los últimos 20. Racing no está condenado a eso, pero tampoco es producto de la mala suerte ni de las conspiraciones.
-Entonces no adherís al fatalismo según el cual “Racing es así”...
-En absoluto. Si estudiás las últimas décadas del club te das cuenta de que hay una profunda ausencia de planificación. Entonces un día decís basta, te bajás de todo, hasta de ir a la cancha, o te involucrás en serio, salís de la queja y te ponés a hacer. Y estamos dispuestos a eso.
-Una empresa de alta tecnología tiene nada en común con Racing.
-Soy exigente en la gestión, no creo en la suerte como elemento de trabajo ni para la toma de decisiones. Si creemos en la influencia de la suerte, buena o mala, no entendemos nada. Lo que le pasa a Racing no es mala suerte. Hay que romper con eso, un club que pretende excelencia depende de esquemas de trabajo, de acuerdos en base a ideas, de la planificación y la capacidad y eficiencia para ejecutar ese proyecto. Yo veo el panorama como hincha y socio y me saca ganas. Porque no se habla de qué club queremos y de qué forma se puede lograr ese modelo.
-¿Tu tío aprueba esta movida? ¿No te reprocha que hayas puesto en juego el apellido? -Hablé mucho con él. Sabemos que venimos de otro palo. Mi tío tiene una filosofía que consiste en que si que podés asumir una responsabilidad y ayudar a un cambio que mejore una institución, debés hacerlo. Por eso apoya esta decisión. Lo que no quiere es que me meta para armar un rejunte, sólo para figurar sin chances de cambiar las cosas. En el fútbol hay ejemplos que estimulan, como los de San Lorenzo y Estudiantes, con dirigentes con trayectoria profesional, formados, que aspiran a modernizar las instituciones. Hay una filosofía renovadora y yo aspiro a hacerlo en Racing.
-En las charlas prevalecen las candidaturas.
-Si yo hubiese desarrollado las empresas que me tocó dirigir con personalismos, ninguna habría alcanzado el grado de excelencia que consiguió. Tengo orgullo en decir que Unitec Blue ya tiene presencia en Brasil (Belo Horizonte), en Francia (Marsella) y, junto con IBM, estará en Estados Unidos. Yo no exijo cargos, pero sí que los que ocupen los puestos de conducción tengan las capacidades para llevar a Racing al lugar que merece. No presumo de nada, sé que puedo aportar mucho, pero no a cualquier precio. Si el modelo que pensamos para el club es escuchado y hay garantías de que se va a trabajar en consecuencia, no es necesario figurar en cargos. La clave es formar los equipos de gestión que cumplan el proyecto. Y en las distintas agrupaciones hay gente muy valiosa.
-¿Qué eligirías: Unitec Blue líder en tecnología de punta o un Racing exitoso y consolidado con vos en esa tarea?
-Lo de Unitec, a muy poco de su fundación, ya marcha tan bien que no depende de mí. Ha generado su propia columna vertebral con un esquema de trabajo en equipo. Es una potencia en su rubro. En Racing hay muchísimo por hacer en un plan de diez a doce años.
-¿Te ves ahí? -Sueño con eso.



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