Una blanca palidez

A dos semanas del cierre de las listas electorales, Blanco todavía no logró definir acuerdos con la oposición en busca de la unidad. Cúneo le va a responder mañana.

A pesar de que no cuenta con agrupación propia y de que, hasta estas vísperas de los comicios, no había participado activamente en la vida política del club, Víctor Blanco confirma dos atributos necesarios para la construcción electoral: cintura y muñeca. Consciente del peso de su nombre, forjado en un año de gestión como presidente forzado por las renuncias de Gastón Cogorno y Rodolfo Molina, de la valoración que provoca entre la mayoría de los referentes del universo Racing (se destaca el orden que restableció luego de dos años de desarreglos, lapso en el que fue vice 2° con influencia acotada, según le dijo a Olé ) y del rendimiento de un equipo que se ilusiona con darle pelea a River en la punta, Blanco administra tiempos de negociación y oferta de lugares en una lista de unidad para las elecciones del 14 de diciembre.
Cancelado el entendimiento con Pablo Podestá (Este Racing) por diferencias en los programas ejecutados y en los proyectos a desarrollar, la mayor apuesta, hasta hace unos días de incierta concreción, apunta a la incorporación de Mariano Cúneo Libarona a la fórmula del oficialismo. Si bien Racing Unido, producto ya de una alianza, cuenta con el reconocido penalista como aspirante a la presidencia, eso no supone un obstáculo, ya que Cúneo aceptaría compartir nominación con Blanco en un lugar subalterno. Sin embargo hay otras dificultades, como las objeciones que la gente de Racing Unido plantea a la presencia de determinados nombres de la actual conducción, a los que Blanco piensa sostener. Cúneo, ayer anfitrión del presidente en su casa, quedó en responder mañana. Cerca de Blanco se mueven con cautela y a la vez avanzan con Miguel Jiménez (Unidos por Racing, también fruto de un acuerdo previo entre agrupaciones), cuyo deseo, en una hipótesis de gobierno, es participar en el diseño del área de Fútbol Profesional. Daniel Lalín (Gente de Racing) anunció que irá con propia tropa.
Con la conciliación auspiciada el 2 de octubre, Blanco jugó una carta pesada, porque, más allá del argumento oficial acerca de la falta de voluntad para resignar posiciones personales por parte de la oposición (también le cabe al oficialismo), ahora debe mostrar los resultados concretos de su convocatoria. Y con algún apellido que ocupe posiciones relevantes en las encuestas.
A falta de dos semanas para que cierre el plazo que fija el estatuto para la consagración de los trinomios, hay muchos caciques y poco espacio en la tienda: además de la presidencia y las dos vicepresidencias, la CD contempla una decena de sillas, entre ellas las asignadas al secretario general, el secretario y el tesorero. Blanco, en su oferta, podría ceder la segunda posición del trío y alguna función de influencia en la llamada mesa chica, por caso, en el departamento de Fútbol Profesional. Suena a escaso en comparación con los sectores involucrados en las negociaciones, ya que, como se mencionó, Cúneo y Jiménez establecieron compromisos previos.
Los protagonistas de las charlas se han concentrado, por ahora, en una danza de personalismos. El proyecto de club, coincidieron testigos de las reuniones, no consumió tantos minutos entre las prioridades.